Es común que las empresas que empiezan a involucrarse con Internet, cometan el error de creer que un community manager es todo lo que necesitan. Ocurre lo mismo con los community managers que no tienen claro cuál es su rol.
Un consejo:
Procuren trabajar con empresas que tengan como objetivo utilizar las redes sociales para generar recordación de marca, comunicarse con sus clientes, informar, educar, divertir, entretener, generar valor a sus consumidores o crear una comunidad en torno a su producto/servicio.
Jamás he trabajado con clientes que el único objetivo por el que están en redes sociales es vender. Creo que es un problema gigante para un community manager convertirse en vendedor.
Noto que varios trabajan bajo ese esquema, de comisión por ventas o que, básicamente, depende de ellos que una marca genere ingresos. Las redes sociales son un canal de comunicación, no la caja de un supermercado.
Es claro que se pueden convertir en un canal de venta directa, pero no es algo tan simple, a menos que el producto o servicio sea lo suficientemente bueno en calidad o precio y que la gente lo perciba de esa forma o que sea una marca que ya tenga reconocimiento y solo deba exponerse, como McDonald’s o Samsung.
Hace poco, Arturo Calle abrió su propia plataforma de e-commerce y seguramente le va a ir muy bien, pero detrás de esto hay años y años de sangre, sudor y lágrimas posicionando la marca y vendiendo productos de calidad/beneficio excepcional. Eso no se puede comparar jamás con crear un sitio web que nadie conoce, nadie visita, ponerle una pasarela de pagos, contratar a un CM y sentarse a esperar a que al otro día sea un éxito.
Casos como el de Linio o Mercado Libre son muy buenos ejemplos y no llegaron a donde están simplemente por contratar a un community manager. La inversión que han tenido que hacer en docenas de aspectos es brutal.
El tema de las ventas online es algo mucho más amplio y profundo, que va más allá de simplemente abrir Facebook y Twitter. Posicionar una marca es algo que tarda años, sí, años. Coca-Cola no se creó ayer, lleva alrededor de 130 años trabajando duro en el posicionamiento y recordación de marca (awareness). Su producto no se vende a través de una página de Facebook con alguien pendiente de responder cada cosa.
Avianca no se dedica a vender pasajes a través de redes sociales, las utiliza como canal de atención a sus clientes y les informa sobre promociones y aspectos relevantes de su marca. Detrás de todo eso hay una infraestructura y procesos mucho más grandes.
Las redes sociales son solo una pequeña pieza de todo lo que se necesita, no son el todo. Si formaran parte de un almuerzo, serían algo así como el postre, lo que complementa a todo lo demás. Igual que una valla, igual que un comercial en televisión, un aviso de revista o una cuña en radio.
Son eso que logra que su marca/producto/servicio sea el primero que se venga a la mente de alguien cuando lo necesite.
Es un gran error contratar a un community manager y creer que su negocio o empresa va a convertirse en algo rentable y que va a empezar a vender, simplemente, por estar en redes sociales.
Aquí el problema es de parte y parte. De quien contrata por desconocimiento y de quien acepta, también por desconocimiento o por la necesidad de conseguir algo, sin saber en qué se está metiendo.
Cuando les hablan de marketing digital, las redes sociales corresponden solo a una pequeña parte del ecosistema y en esa pequeña parte, es donde está el community manager.
Todo lo demás requiere otro tipo de personas, plataformas, presupuesto, estudios, etc. Las redes sociales sirven como canal de comunicación, para estar en contacto con los usuarios y son una pieza clave para tener su atención, pero no son el todo.
La estrategia de estar todo el tiempo vendiendo en redes sociales es algo muy complejo, pues no son un espacio diseñado para vender y la gente se aburre de tanto ‘push’, a diferencia de plataformas como Groupon o las ya mencionadas Linio y Mercado Libre, que son tiendas donde la gente ya sabe a qué va (‘pull’).
Si su producto o servicio no se vende, por la razón que sea, las redes sociales no son la solución. Las redes sociales son un apoyo a algo que ya funciona, a un modelo de negocio sostenible. No son el inicio, son un complemento.
Claro, hay negocios pequeños que pueden empezar de esta forma y más si son virtuales y no cuentan con sitios físicos o su producto es intangible. Incluso, un youtuber entra en esta categoría y ambos requieren lo mismo: generar un gran valor para sus consumidores y contar con un enorme posicionamiento de marca previo, lo cual tarda años y necesita constancia, no 6 meses pagándole a un community manager para que ofrezca algo que nadie conoce y a nadie le interesa.
Netflix y Spotify no son lo que son actualmente gracias a que abrieron redes y le pagaron a un CM.
Las redes sociales son gratis, pero sacarles provecho cuesta y cuesta mucho, en tiempo y dinero. El éxito depende en un 90% de su producto/servicio. Si es irrelevante, no va a dejar de serlo por abrirle redes sociales, en ellas va a terminar siendo lo mismo.
Huyan cuando oigan la frase “es que queremos abrir redes sociales para aumentar las ventas”. Casi siempre, esas ventas que mencionan suelen ser cero.
Fuente: http://blogs.eltiempo.com/riclargo/2018/07/09/community-manager-no-una-estrategia-marketing-digital/ 👌🏻