Las redes sociales llegaron a nuestras vidas a finales de los años 90 pero parece que nunca hayamos vivido sin ellas puesto que se han convertido en una herramienta imprescindible para estar “conectado” con el resto del mundo de manera inmediata, tanto a nivel particular como empresarial. No es de extrañar por tanto que la profesión de gestor de Redes Sociales sea una de las más demandadas. Pero, ¿Qué implica ser un Community Manager?
Empezaremos enterrando algunos mitos: El hecho de ser un asiduo de las redes sociales y tener muchos seguidores es importante pero por sí solo no te capacita para desempeñar esta profesión. Del mismo modo tampoco hace falta ser un ingeniero informático. El problema es que, al tratarse de una profesión relativamente nueva y poco regulada, sucede que muchas empresas que quieren reclutar a un Community Manager se encuentran con que no saben en qué categoría profesional colocar esta especialidad.
La clave está en que, para poder administrar la comunidad virtual de una empresa y por extensión su imagen de marca, hay que conocer la estrategia de marketing de la empresa y saberla comunicar. Para ello son necesarias una serie de aptitudes, profesionales y personales, que pasamos a comentarte:
- Conocimientos de Marketing y Comunicación Corporativa: Es necesario que la persona que va a dinamizar la comunidad virtual de una empresa conozca su plan de Marketing (objetivos marcados, público al que se dirige y estrategias a desarrollar) para luego poderlo transmitir.
- Redacción periodística: Resulta imprescindible para comunicar de manera formal y efectiva nuestros mensajes y que estos lleguen de la forma que nosotros queremos. La redacción es clave para crear una buena imagen de marca.
- Creatividad: Quizás es la clave del éxito en las redes sociales. Tener iniciativa y proponer continuamente nuevas formas de interacción entre empresa y comunidad (eventos, concursos,etc.) ayuda a fidelizar a los seguidores y a conseguir muchos más. El caso de éxito de la página de Facebook de la marca de cerveza Moritz es un claro ejemplo de ello.
- Un punto “friki”: Esto es extrapolable a todas las profesiones. Cuando te gusta realmente lo que haces estás tan literalmente enganchado que te vuelves un adicto y continuas trabajando incluso fuera de horas de trabajo. Esto es el doble de cierto en el caso de un Community Manager, ya que debe estar prácticamente todo el día conectado para dar respuestas a la comunidad virtual en el menor tiempo posible.
- Empatía y Asertividad: Muchas veces ocurre que las empresas reciben quejas a través de sus perfiles en redes sociales. Es muy importante que el community manager sepa ponerse en el lugar del cliente para darle una respuesta rápida y efectiva pero a la vez ha de saber defender a su empresa. Esto implica tratar de resolver el problema al cliente ( sin prometerle cosas que luego no podremos cumplir) y tener un modus operandi claro para las distintas situaciones para mostrar seguridad ante dicho cliente.
Fuente: http://www.desmarkt.com/que-necesitas-para-ser-un-buen-community-manager.html